Siempre tienen un arma ¿y nosotros?

La obtención de armas de fuego por parte de los delincuentes es una preocupación constante, independientemente del valor de lo que roben. Pero ¿de dónde provienen estas armas y qué tan fácil es conseguirlas en el mercado negro?

Actualmente, las pistolas y revólveres se venden a través de redes sociales, como si fueran objetos comunes, sin que se exija al vendedor una tarjeta de propiedad del arma ni se requiera una licencia de uso al posible comprador. Se ofrece un amplio catálogo de armas en línea para luego establecer los contactos de forma personal.

Los precios de estas armas oscilan entre 1000 y 1200 soles, aunque algunos vendedores proporcionan información a través de mensajes privados.

Solo en lo que va del año, la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) ha incautado 2801 armas de fuego que estaban siendo utilizadas de manera irregular en el país, la mayoría de ellas en Lima y el Callao.

Pero ¿cómo consiguen estas armas?

Hay tráfico y contrabando de armas que ingresan de forma irregular a través de la frontera, muchas también ligadas a bandas de delincuentes internacionales o el narcotráfico. Incluso el propio comandante general de la PNP, Jorge Angulo, admitió recientemente que algunos agentes corruptos alquilan armas de la institución a organizaciones criminales, por lo que de la corrupción no se escapa ninguna institución del Perú.

La delincuencia no muestra remordimientos al jalar el gatillo y arrebatar vidas inocentes. Por lo tanto, es responsabilidad de las autoridades, corruptas y a veces también parte del negocio, frenar esta situación lo antes posible, ya que el mercado negro de armas es una realidad que no debe ser ignorada y los que quedamos a merced de los delincuentes somos nosotros que no nos podemos defender.

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