El nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez por fin operará en junio. El Ministerio de Transportes ya entregó el certificado después de tantos anuncios, excusas y reprogramaciones, pero no hay nada que celebrar.
Esta obra debía estar lista el año pasado. La proyección inicial apuntaba a su culminación antes del 2020.
Esto es el resultado de 25 años de gobiernos que repiten errores y prometen sin cumplir. Las licitaciones quedan en manos de amigos sin experiencia como pago de favores.
Cada presidente y cada ministro tuvo su oportunidad de hacer las cosas bien. Ninguno lo hizo, solo firmaron contratos bajo la mesa, mientras los chalacos seguimos esperando escuelas, hospitales y pistas decentes que nunca se terminan.
En unas semanas se cortará una cinta y se tomarán muchas fotos, pero eso no basta.
El verdadero cambio llegará cuando las obras se entreguen a tiempo, estén bien hechas y no manchadas por la corrupción. En las próximas elecciones debemos apostar por quien realmente solucione nuestros problemas.