Ya es oficial: los partidos polÃticos que buscarán llegar al poder en las elecciones del 2026 comenzaron a agruparse, y lo hicieron como siempre lo han hecho, pensando en sus propios intereses, en cuidar sus privilegios, y en mantenerse vivos dentro del sistema. No hay ideas, no hay proyectos de paÃs. Solo hay combinaciones estratégicas para repartirse el poder como si fuera un botÃn.
Esta semana, el Jurado Nacional de Elecciones recibió la inscripción de nuevas alianzas. Algunas suenan conocidas, otras son alianzas de última hora. Pero lo que todas tienen en común es algo más preocupante: son el reciclaje de una clase polÃtica que ya fracasó.
Todos los que hoy aparecen en alianzas y encuestas ya fueron parte del pasado que hundió al Perú. No pueden ser parte de la solución quienes fueron parte del problema. El paÃs necesita a alguien nuevo, honesto y preparado. Alguien que lidere, de verdad, un cambio de ciclo.
Este sistema protege a los polÃticos, no a los ciudadanos. Un sistema donde la lealtad no es con el paÃs, sino con el siguiente cargo. Donde las alianzas no son para unir fuerzas en favor del Perú, sino para mantener los privilegios de unos pocos.
Frente a este panorama, queda claro: el cambio no vendrá de estas alianzas. El cambio solo vendrá si rompemos con este tráfico polÃtico. Con este reciclaje de apellidos, operadores y partidos que no representan a nadie.