Tres razones para pensar bien por quién votar

Si para comprar un electrodoméstico hago un estudio de mercado, le pregunto a mis amigos cuál me conviene más, busco en internet cuál soluciona mejor mis necesidades, averiguo qué marca es mejor o consulto con un vecino cómo le ha funcionado el producto ¿por qué no haría lo mismo con un político? Veamos cinco razones por las cuales deberíamos pensar bien por quién votar.

  1. Generalmente no dedicamos tiempo a esta decisión

Así como lo hacemos con un electrodoméstico, deberíamos de hacerlo con un político. ¿Por qué si dedicamos tiempo a pensar en marca y calidad de una aspiradora no lo hacemos con un político? Un político puede durar incluso más que un electrodoméstico y administra los recursos de todos nosotros, no elijamos a último momento. Pensemos.

  1. No da lo mismo quién

Está en nuestras manos barrer con los políticos. Son ellos los que nos han metido donde estamos y también depende de nosotros sacarlos. Si no sabemos qué elegir, la alternativa es determinar qué es lo que no debemos elegir. 

Si sabemos que la corrupción política es un verdadero tumor maligno, ahí tenemos una respuesta. No elegir a alguien que tenga antecedentes de corrupción. 

Si los chalacos sabemos que este gobierno se caracteriza por su incapacidad, ya tenemos una respuesta. No debemos elegir un candidato que represente a este gobierno. 

  1. Jubilar a la clase política depende de nosotros

Sí, de nosotros. Si elegimos bien y nos atrevemos a influir en nuestros amigos, familiares, vecinos, compañeros de trabajo o de estudios, podemos jubilar a toda esa clase política que nos ha enfermado de gravedad. El remedio está en pensar a quién elegir. Podemos extirpar los tumores malignos como la corrupción. 

De nosotros depende. No da lo mismo.

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