Mientras los lÃderes polÃticos del Perú continúan discutiendo y debatiendo sobre si adelantan o no las elecciones o definitivamente van a hacerse una constitución a la medida, la delincuencia en la ciudad está en aumento y la pobreza sigue siendo una preocupación creciente. Son los problemas que los polÃticos nunca han querido ver, porque son invisibles para ellos.
Los delincuentes parecen estar celebrando mientras la ciudadanÃa sufre las consecuencias. Hemos tenido que vernos obligados incluso a defender la ciudad nosotros mismos. Las fallas combatiendo al crimen y la ausencia de soluciones rápidas para poder jubilar a los polÃticos solo agrava la situación, dejando a la población sin esperanza de un futuro mejor. Es hora de que los actuales lÃderes del Perú pongan de lado sus diferencias y decidan todos juntos jubilarse y asà trabajar realmente por el futuro del Perú